No es un secreto que en el mundo de la programación y el software la cuota de hombres es contundentemente superior a la de mujeres. Sin embargo, las mujeres han sido pioneras y su aporte ha sido notablemente significativo.
Hoy quiero compartir algunas referentes, que sin su trabajo, sería muy difícil imaginar los avances que hoy tenemos.
Ada Lovelace
Fue una matemática y escritora británica, hija del poeta lord Byron y pionera de la informática, es considerada la primera programadora de computadoras, debido a que escribió el primer algoritmo para ser procesado por una máquina. Sus trabajos estuvieron relacionados a la maquina analítica de Charles Babbage. Existe un lenguaje de programación llamado ADA en su honor.
Un lenguaje nuevo, vasto y poderoso se está desarrollando para el uso futuro del análisis, en el cual se pueden introducir sus principios con el fin de que tengan una aplicación práctica más veloz y precisa al servicio de la humanidad.
Grace Murray Hopper
Conocida como “Amazing Grace”, una de las figuras más influyentes de la programación, fue una científica, matemática y militar estadounidense. Trabajó en la Universidad de Harvard como programadora del Mark I, la primera computadora electromecánica. Creó el primer compilador para procesamiento de datos, que recibía instrucciones en un lenguaje similar al inglés, FLOW-MATIC, estableciendo el concepto de lenguaje de programación basado en el lenguaje humano. Esto derivó en la creación de COBOL (Lenguaje Común Orientado a Negocios), el lenguaje de procesamiento de datos más usado en el mundo.
Si es una buena idea, continuad y llevadla a término. Es mucho más fácil pedir disculpas que conseguir el permiso necesario
Margaret Hamilton
Acuñó el término ingeniería de software, con el fin de diferenciarse de otras especialidades de la computación y la ingeniería. Es una matemática, científica computacional, ingeniera de software y empresaria estadounidense. Trabajó como directora en el MIT y junto a su equipo, desarrolló el software que hacía funcionar el Módulo de Mando y el Módulo Lunar para el programa espacial Apolo 11, que permitió al hombre llegar a la Luna 🚀🌑. Con su trabajo aportó muchos conceptos a la Ingeniería de Softwares como sistemas críticos, detección temprana de errores, tolerantes a fallos, entre otros.
Uno no debería tener miedo a decir “no lo sé” o “no lo entiendo”, o incluso de hacer “preguntas tontas”. Ninguna pregunta es tonta. Aunque las cosas puedan parecer imposibles, aunque los expertos digan que algo es imposible, aunque haya que seguir el camino sola, no hay que tener miedo a estar equivocada, a admitir errores; aquellos que sepan fallar de forma estrepitosa son los que pueden conseguir cosas grandiosas.
Las chicas ENIAC
ENIAC, fue el nombre de la primera computadora de propósito general desarrollada en estados unidos en el año 1946.
A pesar de que el crédito de esta computadora se lo llevaron los ingenieros Mauchly y Eckert, quieres diseñaron el hardware, bajo la sombra las encargadas de programar y poner en marcha esta computadora fueron Betty Snyder Holberton, Jean Jennings Bartik, Kathleen McNulty Mauchly Antonelli, Marlyn Wescoff Meltzer, Ruth Lichterman Teitelbaum y Frances Bilas Spence. Las seis fueron matemáticas encargadas de escribir los programas en sistema binario y para realizar las diferentes operaciones conectando y desconectando cables. además fueron las encargadas de realizar las correcciones durante la década que funcionó dicha computadora.
Su aporte recién fue reconocido en 1997, dado que en un inicio la labor que realizaban era considerada para subprofesionales y a lo largo del tiempo fueron reconocidas como secretarias, ayudantes o modelos que posaban con la computadora para las fotos.
La importancia de reconocer su labor 🥇
Estas son solo algunas de las mujeres que desde los inicios dejaron huella imborrable en la informática y más específicamente en el mundo del software. La programación no tienen nacionalidad, edad y mucho menos género.
Estas personalidades han demostrado lo importante que fueron y hoy son inspiración para las mujeres que están recuperando el terreno en el que hace algún tiempo fueron pieza fundamental.